Admito que todo lo que pasó no fue en las mejores condiciones. Pero no me quejo en absoluto. Tal vez hasta yo, quizás fui la que te manipulé para que me deshojaras como las flores de verano. Tal vez yo fui la mente siniestra. O mejor, como me dice EC, "no nos coloquemos papeles".
Igual, a las mujeres nos suele agarrar un ataque histérico, por saber las definiciones, los roles. Para sentirse más estable, ¿no?
Por suerte, no me encuentro en uno de esos. Obvio que aún, sigo fantaseando esas cursilerías con vos, y a su vez, me pongo a la altura, y me establezco una coraza suficientemente protectora. (Soy bastante ciclotímica para con vos, lo sé).
Ayer hablamos, y fue muy lindo, fue muy como siempre. Me gustaría tenerte de otra manera, pero así me conformo. No quiero perderte brújula.

Y debo dejar de hablar de vos, amor. Porque la importante en mi vida soy yo. (Cosa que no entendí con la anterior relación, lo cual me provocó el cuasi suicidio de mi alma).
Sigo convaleciente, pero tengo tantas motivaciones, como platónicos. Después del catorce, es cuando realmente sienta las emociones en un cien por ciento. Ahora me resguardo, espero paciente. Recordemos que nosotros tardarmos alrededor de un mes y medio, sacando los dos años.